Mayo del 2012
Me llamo Delia y esta es mi
historia de cuando yo entre en este piso dejando en realidad otra casa llamada
residencia Belisana una familia. Una familia que fue aumentando y a la vez
gente cambiando de casa a un piso tutelado.
Entramos Luis y yo, las dos
primeras personas, que bonito empezar una nueva vida, una nueva casa, con las
personas y las monitoras, la experiencia de decir esta es mi casa, ir a comprar
todos los días con la monitora, elegir las cosas que quieres poner en casa.
La pena es que fue entrando gente
claro que yo por lo menos no conocía, pero poco a poco esto fue dando un giro,
unos vienen y otros se van pero nos dejan sus experiencias, alegrías y cada día
algo más.
Luego con el tiempo tienes una
amiga o más y lo más importante de todo esto es conocer a monitoras nuevas también
por qué no, aunque te duela que otras se vayan pero te enseñan a saber
escuchar, dialogar y descubrir lo bueno y lo malo, pero la tienes siempre en tu
corazón y eso nunca se olvida.
Aquí y ahora tengo a mi familia
como yo digo y lo diré siempre, tengo gente que me quiere y yo mucho.
Estoy bien y contenta, aunque a
veces es muy duro entendernos entre nosotros, aunque regañemos, luego tienes
tus sentimientos.
Gracias a todas por cuidarnos y
apoyarnos, gracias por aguantar tantas cosas y a la gente de fuera que lea
esto, que sepa que somos como ellos, igual de trabajadores, tenemos sentimientos y
que sepan valorarnos.
Delia Castaño